El Gancho

Sandra Higuita Marin “Piro”

 

121 minutos
Colombia

Los personajes de esta historia no son especiales por la estereotipada sensación de libertad que produce el viaje, sino por caer en un  inevitable vínculo afectivo que calma  el vacío que traen dentro. Por ese hecho de emprender el sueño infantil de conocer el mar, saltando las montañas de Medellín a punta de cicla. Atravesando un universo mítico que ya no existe, pero que   fue la hermosa partitura de un país detonante, trazado por  la magia de su  geografía.

John y El Poroso se conocen en sus bicicletas y, arrastrados por un gancho, asumen la aventura que los llevará a sentir la vida. Llevando consigo sus secretos, sus heridas, apostando a vivir juntos un trayecto sin aún saber quién es el otro. Pero entregados al encuentro, confiados en el acierto de erigir su propia historia hacia un mar desconocido.

 

Duración: 121 minutos

País: Colombia

Género: Ficción

Sandra Higuita Marin “Piro”
El Gancho surge de una imagen potente y recurrente en el paisaje urbano de Medellín: jóvenes enganchados a buses, desafiando la velocidad como una forma de escape y reafirmación vital. Esta práctica, más allá de su riesgo, revela una necesidad profunda de libertad, de avanzar, de dejar atrás. Desde esa imagen, construí una historia donde la velocidad y el viento se convierten en símbolos de afecto, pérdida y búsqueda emocional. El viaje de John y El Poroso es también el de dos existencias solitarias que, al encontrarse, enfrentan juntas la ausencia y descubren en la amistad una forma de contención. El sueño infantil de conocer el mar los impulsa, como una promesa de reconciliación con sus pasados.

El trazo que cnduce hacia el mar  de Urabá, encierra un valor más allá de lo geográfico: es una puerta hacia un territorio de peculiar partitura etinica y cultural,  con una fuerza pocas veces contada, su presencia en la película es también una forma de rendir memoria a un paisaje y a una ruta que hoy empieza a desdibujarse con el paso del tiempo. El mundo que alli descubren los personajes  no solo articula el avance narrativo, sino que permite confrontarlos en su propia transformación,y la vastedad del paisaje se impone como testigo silencioso de su viaje.

 A través de los ojos de los personajes, quise hacer un himno al Urabá a traves de la amistad desprevenida de dos jovenes, que simplemente quieren sentir la vida
El Gancho se hila  desde esa frontera simbólica: entre lo que se pierde y lo que se gana, entre el vértigo de la calle y la ternura de un vínculo inesperado, entre la necesidad de irse y el acto íntimo de quedarse.